CERVEZA WESTMALLE: LA TRADICIÓN TRAPENSE EN CADA SORBO

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Si hay algo que nos gusta en comprarcervezaartesana.es, es hablar de cervezas con historia, y cuando decimos historia, no nos referimos a la típica cerveza que tu abuelo bebía en el bar del pueblo. No, no. Hablamos de cervezas que llevan siglos perfeccionándose, como las cervezas trapenses, y dentro de este selecto club, Westmalle es una de las grandes protagonistas.

UN POCO DE HISTORIA: MONJES, CERVEZA Y MUCHA DEVOCIÓN

Westmalle es una de las cervezas trapenses más famosas del mundo, y no es para menos. Su origen se remonta a 1836, cuando los monjes de la Abadía de Westmalle, en Bélgica, decidieron que además de rezar y meditar, iban a hacer algo que también les daría fama mundial: cerveza. Y vaya si lo hicieron bien.

La abadía, situada en la región de Flandes, es uno de los pocos lugares en el mundo donde se elaboran auténticas cervezas trapenses. Y cuando decimos auténticas, nos referimos a que siguen las reglas al pie de la letra: hecha por monjes, dentro de los muros de la abadía, y con fines benéficos. Sí, porque aunque la cerveza se vende, los beneficios van destinados a mantener la abadía y a obras de caridad. Así que, cuando te bebes una Westmalle, no solo estás disfrutando de una cerveza excepcional, sino que también estás contribuyendo a una buena causa. ¡Salud con conciencia!

LA CERVEZA: TRADICIÓN Y SABOR EN CADA BOTELLA

Westmalle es conocida por dos de sus variedades más icónicas: la Westmalle Tripel y la Westmalle Dubbel. Ambas son ejemplos perfectos de lo que significa una cerveza trapense: complejidad, sabor y una elaboración que no tiene prisas.

Westmalle Tripel

Esta cerveza es la reina de las triples. Con un 9,5% de alcohol, es una cerveza potente pero equilibrada. Tiene un aroma frutal y especiado, con notas de plátano y clavo, y un sabor que combina la dulzura de la malta con un toque amargo del lúpulo.

Es una cerveza que pide ser disfrutada lentamente, preferiblemente en una copa adecuada (nada de vasos de plástico, por favor).

Westmalle Dubbel

Si prefieres algo un poco más suave pero igual de sabroso, la Dubbel es tu opción. Con un 7% de alcohol, esta cerveza tiene un carácter maltoso, con notas de caramelo, frutos secos y un toque de chocolate.

Es perfecta para esos días en los que quieres algo reconfortante pero sin pasarte de vueltas.

Westmalle Extra

Esta es la menos conocida de la familia, pero no por ello menos interesante. La Westmalle Extra es una cerveza de tipo Patersbier (literalmente, «cerveza de los padres»), que originalmente era elaborada para el consumo interno de los monjes.

Con un 5% de alcohol, es más ligera que sus hermanas mayores, pero no por ello menos compleja. Tiene un perfil fresco y ligeramente afrutado, con un toque de amargor que la hace muy refrescante. Es ideal para aquellos que buscan una cerveza trapense más suave pero que no renuncia al carácter y la tradición de Westmalle.

CONCLUSIÓN: WESTMALLE, UNA CERVEZA PARA DISFRUTAR CON RESPETO

En resumen, Westmalle es mucho más que una cerveza. Es una experiencia, un viaje a la tradición cervecera más pura, y una muestra de que, a veces, las cosas bien hechas merecen la pena. Ya sea que te decantes por la Tripel o la Dubbel, estás ante una cerveza que no defrauda.

Así que, si estás buscando comprar cerveza artesana que te haga sentir especial, no lo dudes: Westmalle es tu opción. Y recuerda, cuando la bebas, hazlo con respeto, porque detrás de cada botella hay siglos de historia, dedicación y, por supuesto, unos cuantos monjes rezando por tu disfrute. ¡Salud!