La cerveza Charles Quint o Charles V, es una marca de la cervecera belga Haatch. Poco conocida (y difícil de encontrar) fuera de Bélgica, Haatch es una fábrica independiente con un origen curioso y unas bebidas de gran calidad, especialmente las Charles V.
Y te preguntarás por qué una fábrica de cervezas en Bélgica decidió llamar a su bebida estrella Carlos V. Pues en honor al emperador Carlos (primero de su nombre aquí en España y quinto en Alemania) que nació en la ciudad de Gante en el año 1500.
Al parecer, el líder del Imperio donde nunca se ponía el sol, era un amante de la cerveza. De hecho, cuando trasladó su corte a España, se trajo consigo a un buen número de maestros cerveceros de renombre. Si bien es cierto que, por aquel entonces los españoles ya conocían la cerveza, esta no era una bebida ni habitual ni de calidad.
Su pasión por la cerveza llegaba hasta tal punto que hizo construir una fábrica de cerveza en el Monasterio de Yuste, donde se retiró tras abdicar y pasar sus últimos días, para que no le faltase nunca este manjar.
Dicho esto, no se si el homenaje se lo merecía más por los belgas o por nosotros.
LAS CERVEZAS CHARLES QUINT
Después de la lección de historia, vamos a lo bueno, catar la cerveza.
La cerveza Charles Quint es una cerveza de fermentación alta o Ale. Dentro de este estilo, encontramos dos tipos, la Charles V rubia y la Charles V Roja.
Una cerveza dulce y con un final seco y un tanto amargo. Fácil de beber, tiene cuerpo pero no es una bebida muy potente. Eso sí, tiene una graduación de 8º de alcohol.
El olor nos recuerda a plátano y manzana con un poco de vainilla.
A la vista, tenemos una cerveza nada turbia, con un color dorado y una capa de espuma blanca y no muy densa.
Al igual que con la rubia, tenemos una cerveza más bien dulce aunque, con un sabor pronunciado a malta. El amargor es muy leve y se nota algo más el alcohol. Su graduación, 8.5º
Aroma afrutado, algo ahumado y con un leve toque de caramelo.
Agradable a la vista. Color rojo oscuro y con una espuma densa aunque de corta duración.
Ambas son una gran elección para los amantes de las cervezas de abadía belgas. Un gran homenaje para el hombre que trajo la buena cerveza a España. El problema, es que no es una cerveza fácil de encontrar, pocos bares la tienen y, se pasa medio año sin stock.
Así que, no lo dudes y hazte con tus tercios rápidamente en honor al Emperador.